Hace tan solo unos años, la presencia de los perros no estaba permitida en la mayoría de las playas. Por lo que debías dejar a tu fiel compañero al cuidado de otras personas para poder disfrutar de un rato de sol y arena.
Sin embargo, la tendencia cambió en los últimos años. Hoy puedes disfrutar de la playa junto con tus seres queridos y tus perros sin mayores inconvenientes. Tan solo debes considerar algunas claves que te vamos a mostrar a continuación.
Preparativos para playa de perros
Antes de ir a la playa, es importante preparar la mochila de tu mascota. En ella debes llevar los papeles que incluye a la cartilla de vacunas actualizada, un bebedero junto con agua fresca, algún bocadillo para reforzar su buen comportamiento, bolsas para recoger excrementos, correa y collar y algún juguete si es que tiene.
Por otro lado, si vas a la playa durante las horas de mayor exposición solar, debes utilizar una crema solar y protectores para sus patas. También puedes llevar una sombrilla para que el perro pueda descansar en la sombra.
Qué hacer en la playa
Cuando hayas llegado a la playa, encuentra un sitio tranquilo sin una cantidad de sol excesiva. La crema solar la debes colocar en las zonas con menor cantidad de pelo y baja pigmentación. De todas maneras, los expertos sugieren evitar por completo las horas centrales del día y, además, que se mantenga bajo la sombra para que la arena no dañe sus patas.
Debes asegurarte de que beba agua con regularidad y mantenerla fresca en un lugar protegido del sol. Es importante evitar el agua de mar, ya que puede provocarle distintos problemas gastrointestinales.
Procura no perderlo de vista en ningún momento. Las actividades como los juegos no están libres de riesgos. Si se mete en el agua, debe hacerlo en zonas de poca profundidad y sin corrientes. También se debe revisar si hay medusas. En el caso de que las condiciones del mar no sean seguras, es mejor evitar la playa de perros.
Es necesario controlar que no haya cristales rotos u otros objetos cortantes enterrados en la arena. Para eso no debes dejar que corra sin control en zonas que puedan resultar peligrosas. Por otro lado, debes intentar que no sea una molestia para las demás personas que disfrutan la playa, por lo que, si es inquieto, mantenlo atado y con collar.
En caso de que le guste jugar con la arena, ten cuidado, ya que muchos perros ingieren grandes cantidades y acaban por necesitar atención veterinaria.
El regreso al hogar
Cuando decidas volver a casa de la playa de perros, debes lavarlo bien con agua dulce. De esta manera, eliminas los restos posibles de sal y arena que hayan quedado en su pelo y piel.
Puedes aprovechar, también, este momento para revisar sus cavidades cómo las orejas en caso de que haya quedado agua o arena almacenada. Si llega a rascarse mucho los oídos, debes consultar con un veterinario. La playa puede causarle otitis.
