La microformación es parte de una nueva estructura de formación profesional que ya dispone de un marco legal en España, la Ley Orgánica 3/2022 de 31 de marzo, de Ordenación e Integración de la Formación Profesional.
Con esta ley se pretende validar, entre otras cosas, el conocimiento que los empleados y profesionales adquieren a través de microcursos o distintas formas de aprendizaje puntual, que eleva su perfil profesional y que anteriormente no gozaban de reconocimiento académico.
Más allá de este aspecto legal y académico, de gran importancia para los trabajadores, la microformación, también conocida como microlearning, es una forma de aprendizaje que ha ido adquiriendo relevancia en los espacios corporativos, donde se valora la capacitación continua de los empleados.
¿Qué es la microformación?
Tal y como indica su nombre, se trata de la adquisición de un conocimiento determinado en un tiempo muy breve.
La información que se va a adquirir puede ser un tema, alguna novedad en un campo profesional, una nueva aplicación o programa de software, o un nuevo protocolo o proceso técnico.
A lo largo de nuestra vida laboral y personal nos sometemos continuamente a procesos de microformación, cuando aprendemos a usar un nuevo equipo, o nos entrenamos para un nuevo empleo.
La diferencia, con la nueva Ley de Formación Profesional, es que muchas de estas micro capacitaciones serán validadas o certificadas, y pasarán a formar parte de tu perfil profesional.
¿Cuáles son las características de la microformación?
Esta forma de formación se caracteriza por su brevedad, informalidad, dosificación, uso de distintos formatos, uso de herramientas tecnológicas y prácticas.
La capacitación puede ser corta de dos maneras, porque está diseñada para entregar la información del modo más directo y breve posible; y porque la duración de las clases puede ser de pocos minutos a una hora cada vez.
Es informal, porque la microformación puede hacerse utilizando distintos horarios, aprovechando los ratos libres del empleado. A menos que se trate de un curso de formación de la empresa, con un determinado horario ya establecido.
Es dosificada en la medida en que la información se adquiere en pequeñas cantidades, de manera que se pueda asimilar rápidamente. Pero también puede ser acumulativa, como en los cursos de idiomas o el aprendizaje de programas informáticos.
Utiliza diversos formatos para facilitar el aprendizaje: videojuegos, cómics, preguntas y respuestas, simulaciones, audios, etc.
También aprovecha las herramientas tecnológicas que tenemos a mano o en la oficina, como el móvil, el ordenador, la tablet, etc.
Y es práctica, porque está dirigida a capacitar al empleado en un aspecto particular que le interesa para mejorar su capacidad profesional.
La microformación y el futuro que ya llegó
La microformación puede ser una de las maneras en que los trabajadores podrán sobrevivir a la revolución tecnológica e informática que está afectando todos los campos profesionales y laborales.
Una capacitación continua, sin separar a la persona de su puesto de trabajo, mejorando su nivel profesional y sus habilidades, será beneficioso para el trabajador, para la empresa y para la sociedad en general.