Cuando hablamos de tarot, las 22 cartas de triunfo que lo componen, son los llamados arcanos mayores. Este nombre solo se usa en la lectura del tarot y están conectadas con el largo plazo y el sentido de la vida. En el tarot, la primera de estas cartas se la conoce bajo el nombre de “El loco” y no tiene número, mientras que las 22 restantes si están numeradas y forman estos arcanos mayores de los que vamos a hablarte en este artículo.
Significado de los arcanos mayores
Todas estas cartas tienen algún significado, por lo que el tarot tiene mucha relevancia el significado de las cartas que aparecen para ir dando sentido a lo que nos dice. Vamos a ver, cuál es el significado de algunas de ellas:
El Loco (0)
Simboliza un nuevo inicio, además de espontaneidad e inocencia. También podemos encontrar el significado de vanidad o de negligencia, como términos negativos.
El Mago (I)
En este caso, nos encontramos con la definición de diplomacia y autoconfianza. En el plano negativo, la carta está relacionada con falta de compromiso.
La Sacerdotisa (II)
Se conecta con los misterios del mundo, aunque el aspecto negativo con el que se relaciona es la soberbia.
La Emperatriz (III)
Está conectada con la naturaleza y la belleza, podemos conectarla con la abundancia, pero también con la vagancia y la inacción.
El Emperador (IV)
Es poder y liderazgo, aunque en su parte negativa es estancamiento y avaricia.
El Papa (V)
Es sabiduría y se conecta con la inspiración, en su parte positiva, y con la servidumbre, como aspecto negativo.
El Enamorado (VI)
Es placer y toma de decisiones, se conecta con el amor, pero también con la indecisión.
El Ermitaño (VII)
Se relaciona con la introspección, pero también con el miedo y la cautela.
Y podríamos seguir con distintos significados hasta llegar a la carta 22.
Historia del tarot
Según la leyenda, el tarot se remonta a las primeras décadas del siglo XIII. En esa época, muchos mercaderes del Mediterráneo recorrían la famosa “Ruta de la Seda”. Entre las cosas que trajeron aquellos marineros se encontraban unas cartas llamadas Mamluk, de origen islámico. Ese mazo de cartas estaba organizado en cuatro palos, aunque más tarde se incorporó un quinto, “los triunfos”.
Esta incorporación dio lugar a un nuevo juego llamado Tarocco o Tarocchien, en Italia, Tarock, en Alemania o Tarot, en Francia.
El uso adivinatorio llegó más tarde, y es que empezó a ser común en las reuniones sociales pedirles a las doncellas y a los caballeros que sacaran al azar alguna de estas cartas, después, se les describía la personalidad en función de la carta que salía.
Existe mucha mitología alrededor del primer tarot como tal, que se especula con que fuera en Francia, aunque esto es algo muy difícil de asegurar.
Lo que es cierto es que, desde entonces, nos acompaña a la civilización, sobre todo, debido a la mitología que suscita el hecho de todo lo que se puede saber a través de las cartas.